Las redes son la columna vertebral de cualquier empresa u organización, permitiendo la comunicación fluida entre sistemas, dispositivos y usuarios.
Sin embargo, no todas las redes tienen las mismas necesidades. Mientras que las redes corporativas (IT) están diseñadas para la gestión de datos y aplicaciones empresariales, las redes industriales (OT) controlan procesos físicos en fábricas, plantas de producción e infraestructuras críticas.
Para garantizar su seguridad, disponibilidad y rendimiento, las redes deben cumplir con estrictos estándares y buenas prácticas.
Factores clave como la seguridad de acceso, la latencia mínima, la automatización de respuestas ante eventos y la supervisión en tiempo real son esenciales para su correcto funcionamiento. En el caso de las redes industriales, además, es fundamental la integración de protocolos específicos como PROFINET, Modbus TCP, EtherNet/IP y OPC UA, siguiendo normativas como IEC 62443 para ciberseguridad y IEC 61784 para interoperabilidad.
Con la creciente convergencia entre IT y OT, las empresas requieren soluciones que permitan una integración segura entre entornos corporativos, industriales y la nube. Nuestra experiencia en diseño, implementación y gestión de redes nos permite ofrecer infraestructuras optimizadas que garantizan alta disponibilidad, seguridad reforzada y escalabilidad, adaptadas a los desafíos de cada sector.
Las redes corporativas y las redes industriales tienen diferencias clave en cuanto a su diseño, funcionalidad y prioridades. Mientras que ambas buscan garantizar seguridad, disponibilidad y rendimiento, su enfoque varía en función del entorno en el que operan.
Las redes corporativas están diseñadas para soportar la comunicación entre empleados, sistemas administrativos y servicios digitales en empresas y organizaciones.
Características:
Ejemplos:
Las redes industriales están diseñadas para controlar y supervisar procesos físicos en fábricas, plantas de producción y entornos críticos.
Características:
Las redes, tanto en entornos corporativos como industriales, requieren un alto grado de especialización para garantizar su seguridad, disponibilidad y rendimiento. La complejidad de estas infraestructuras radica en varios factores clave:
Seguridad basada en el acceso para proteger redes y dispositivos.
Diseño y adecuación de arquitecturas de red, garantizando escalabilidad y rendimiento.
Protocolos industriales especializados para entornos OT.
Supervisión del tráfico en tiempo real y análisis de rendimiento.
Automatización de reglas reactivas ante eventos y enfoques de seguridad preventiva.
Integración de redes híbridas (campo, nube pública/privada y oficinas).
Redes virtualizadas, lógicas y físicas con integración segura.
Integración de redes híbridas (campo, nube pública/privada y oficinas).
Diagnóstico, auditoría y resolución de problemas.
Supervisión de instalaciones y gestión integral de la red.